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domingo, 5 de febrero de 2012

Podrías aguantar 21 días sin quejarte?


EL RETO DE LOS 21 DÍAS, UN MUNDO SIN QUEJAS
 Si no puedes cambiarlo, entonces cambia tu actitud. Pero no te quejes
Agradece lo que tienes en lugar de lamentar lo que no tienes.
Una idea de Will Bowen, un pastor de Kansas, se está extendiendo por decenas de países. Lo que parece un juego de niños podría cambiar tu vida...
La propuesta es muy simple colocarse una pulsera -ojalá de un color llamativo- y resistir 21 días sin lamentarse por nada ni una sola vez; así sea “me duele la cabeza” o “nada me está saliendo bien”. Si durante ese periodo emites algún lamento, debes cambiarte la pulsera de muñeca y volver a empezar. Los resultados son sorprendentes: la mayoría de los participantes logra superar este reto pero les tomó un mínimo de 5 meses, un tiempo que evidencia la terrible presencia de la cultura de la queja en nuestras vidas.
Ahora YO te estoy proponiendo A TI asumir este reto de 21 días sin quejas, sin lamentos, sin críticas y sin chismes… si lo logras, habrás hecho de tu vida un paraíso en la tierra, como dice Miguel Ruiz en sus “Cuatro acuerdos”. Tendrás mejor ánimo, menos dolores, relaciones más favorables, mayor autoestima, etc. Serás una persona más feliz, más congruente y armoniosa.
¿Crees que puedes aceptar el reto? Seis millones de personas ya lo han logrado desde 2006 cuando Will Bowen lanzó esta campaña en EEUU. Cada día se suman más personas para lograr un mundo mejor.
Muchas personas decían que no se quejaban demasiado, pero con el ejercicio se dieron cuenta que lo hacían unas 20 veces en promedio al día.
¿POR QUÉ PROTESTAMOS?
Para conseguir nuestro reto, hay que saber de qué nos quejamos.
Durante uno o dos días anota todas las quejas del día. Así se puede obtener una buena radiografía de lo que ocupa nuestra mente. Comprobaremos que la lista de quejas es larga y que cualquier tontería engrosa la columna de los “lamentos”. Cuando lo veas en el papel, te darás cuenta de la cantidad de quejas tontas que expresas al día. Mira a tu alrededor y comprobarás esta máxima de Jon Gordon: “Los quejetas se centran en las quejas y en los problemas, no en las soluciones. Y de esta manera ven sólo lo negativo, no lo positivo”. Quejarse es normal, pero el problema surge cuando la queja se convierte en una actitud constante porque se dejan de percibir otros aspectos amables de la vida.
Si pienso una queja o crítica pero no la digo, ¿También cuenta? Por suerte no. Sólo las palabras que salen de tu boca son las que cuentan en esta primera etapa del ejercicio.
Quienes lo han logrado reconocen que no es para nada fácil, pero después de las tres semanas, o más, que tardes en lograr la meta, dejarás inclusive de criticar con la mente.
¡Adelante!… acepta el reto… demuéstrate que sí puedes, y vive la responsabilidad de la gratitud como una experiencia que se “siente”… y asciende a un mayor nivel de conciencia y despertar, donde el panorama de la vida será más amplio y amable contigo.
No hace falta que te pongas una pulsera como la que propone Bowen. Utiliza tu reloj de pulsera, o una moneda, o una piedrita en el bolsillo o algún objeto pequeño y sencillo de tu elección que puedas portar contigo durante el día, y que, con su presencia, te esté recordando tu compromiso personal de no quejarte. Será una especie de “testigo silencioso” que te observará y recordará constantemente. Y será de gran utilidad para “aprender a darnos cuenta” de todas las veces que nos quejamos. No hay que darle fuerza a la queja, simplemente cambias la pulsera de brazo o la piedra de bolsillo y ya está. Lo importante es darnos cuenta, no culparnos. Y a comenzar de nuevo hasta llegar a los 21 días.
Rompamos con actitudes tales como: “valle de lágrimas”, “para sufrir venimos a este mundo”, “unos nacen con estrella y nosotros estrellados” y perdamos el miedo a la libertad de ser responsables de lo que hagamos, de lo que suframos y de lo que amemos.
¿Por qué 21 días? Los científicos y los expertos en conducta humana dicen que toma 21 días crear un hábito. Nos tomará 21 días dejar el hábito de la queja y formar el nuevo hábito de ser responsables de nuestra gratitud”.

TE APUNTAS ????